Y va
otro tomo de Dos Espadas, continuamos con las aventuras de Cira. Este
me ha gustado más que el anterior, que también tiene lo suyo, pero
si me quedo con este es por dos cosas, el entrenamiento y el
personaje de Dago.
Ocurren un montón de cosas, tantas que no se ni por donde
empezar, pero lo intentaré. En el ultimo capítulo del anterior,
tras la lucha épica de titanes, el ganador del enfrentamiento le dijo a
Cira que cogiese la espada del caído y que cuando estuviese
preparada, le buscase para tener un duelo a muerte y poner fin a su vida.
Sin
embargo, Rafael, el
viejo de las marionetas, le enseña que hay algo más detrás de esa
proposición. Es entonces cuando se nos explica las historia de estos
dos, Fenris el lobo y Deimos el terror. Ambos fueron grandes
guerreros que lucharon hasta la saciedad, llegando incluso a
enfrentarse con las parcas, haciendo un contrato con ellas. Gracias a
eso y costa de cientos de años de servidumbre, consiguieron la
inmortalidad, pero poco importaba eso ya, había peleado por todas
las causas, habían derrotados a todos sus rivales y tampoco les
quedaba familia. Por eso siguieron haciendo lo que siempre habían
hecho, pelear, el uno contra el otro, no importa si fallecen, siempre
que este la espada, ellos ellos volverán poseyendo el cuerpo de otro
guerrero.
Es
por eso que Rafael evita que la use, es más, la entrena para que
encuentre su propia fuerza. No lo hará solo, le ayudaran dos
maestros más, los tres juntos son conocidos como los maestros de la
autentica destreza. Rodrigo el roble, Ricardo el matador y Rafael el
titiritero. Entre los tres entrenaran a
Cira, cada uno a su modo y enfocándose en una aptitud distinta. En
general me gusto bastante esta parte, muy original y con ese aire
español, si tuviera que elegir a un maestro sería a Rafael, el
personaje me gusta desde el anterior tomo, pero su entrenamiento me
ha encantado. Luego Ricardo, que también me cae simpático, aunque no lo sea.
Por
otro lado, aunque en el tomo anterior no me llamaron especialmente la
atención, ahora si que destaco a los personajes de Naga y Dago, que
tuvieron un encuentro con la familia de Cira en el tomo anterior. La
primera es una especie de bruja, que parece que será la nemesis de
la historia. A su servicio se encuentra Dago, un espadachín que
también usa dos espadas, pero de forma completamente distinta. El
pasado y desarrollo de este personaje me gustaron bastante, el autor ha sabido meter inspiraciones bien distintas, pero sin perder coherencia. En el
tomo anterior solo se le introdujo y no se veía mucho de él, pero
me ha parecido un gran personaje.
El
tomo es más que nada, historia y entrenamiento, aunque se cierra con
una buena pelea, a la altura del enfrentamiento con la rubia, creo
que incluso me gusto más, pero no logró decidirme. La parte en la
que narran la historia de los titanes me pareció bastante buena,
tanto la narrativa como el dibujo. Los extras de nuevo fueron muy interesantes y divertidos, realmente se agradece que expliquen las referencias, la de la verdadera destreza me llamó mucho la atención, desconocía de la existencia de ese estilo de esgrima.
Realmente este manga español es
genial, lo único que lamento de este tomo es que el último no haya
salido, aunque sea una lastima que acabe, pero las cosas buenas duran poco.
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