Reseña de Livingstone - El alma pesa 21 g

¿Que diríais si os contasen que vuestro destino y potencial esta decidido desde el principio? que es vuestra alma aquella que lo determina. Es más, esta ni siquiera es nuestra totalmente, sino que la hemos heredado de otros seres vivos, al igual que lo hará otro cuando muramos. En ese momento, con nuestro último aliento saldrá, dejando un espacio  vácio que pesa 21 gramos.

Bien, en esto de basa el manga Livingstone, en ese proceso de las almas. La idea surge del doctor Duncan MacDougall, que en los años 20 pesó a 6 pacientes moribundos a causa de tuberculosis, viendo que la balanza bajaba (después de haber hecho los cálculos pertinentes, incluida la exactitud de pesada y el peso de todos los pacientes) alrededor de 21 gramos.

Duncan MacDougall

Sin embargo, esto no acaba aquí, si una persona muere en unas circunstancias que no eran las correctas, también llamado imprevisto (suicidio, asesinato, etc), el alma se dañara y no entrará de nuevo en el ciclo. Para que eso no ocurra, los dos protagonistas, Sakurai y su compañero Amano, se encargan de evitar esas muertes no escritas o sino queda otra alternativa, de salvar solamente el alma, la cual tomo forma de una piedra, de peso 21 gramos.

Toca hablar de los protagonistas, el primero, Sakurai, es ese hombre uniformado y con gafas. Se trata de un hombre muy correcto y buena persona, pese a las situaciones que tiene que tratar. Cuenta además con la habilidad de meterse en los recuerdos de las almas destruidas, alrededor de las cuales crece una especie de musgo. Por otro lado, esta Amano, el joven del pañuelo. Es el encargado de eliminar el moho alrededor de las almas destruidas, así como de extraer el alma de alguien para evitar que se destruya (nunca sin permiso del actual dueño, si no quiere morir no puede quitársela) También hay otros personajes que ayudan a estos dos, pero mejor no mencionarlos ahora y que los conozcaís vosotros mismos. 

El dibujante y guionista son los mismos que los Deadman Wonderland y Eureka Seven. Del arte no te puedes quejar, tiene un estilo muy suyo y bastante chulo la verdad. Por otra parte, el argumento es interesante y los personajes bien definidos, sobretodo el dúo protagonista, aunque hay un detalle que hace que Amano sea más interesante. 

El manga solo tiene cinco capítulos traducidos, pero no se ha dejado ninguna historia a medias. Desconozco cuantos capítulos más ahí, pero esos cinco son un buen comienzo y no se hacen demasiado pesados de leer, realmente os la recomiendo, es una historia bastante diferente.